Para la masa quebrada he utilizado aceite de oliva virgen extra en lugar de mantequilla, unos 200grs de harina, sal, una yema de huevo, aceite y agua fría, mezclamos todo bien, yo voy echando chorrito de aceite y agua hasta que la masa se despega de las manos y dejamos reposar mientras preparamos el relleno.
Para ello usé las verdurillas que tenía por casa, 2 cebollitas, pimiento rojo-verde, una zanahoria, una berenjena, un ayote, (es una curcubitácea, parecida al calabacín, calabaza, zapallo....será más anaranjado o más verde según el punto de maduración y como véis es más redondito, a veces un poco alargado en un lado y está muy bueno, sustituye perfectamente al calabacín), y en un poquillo de agua puse a hidratar los trozos de tomatitos secos, aún me quedan unos que compré en Santiago de Chile, eran orgánicos y venían cortados en trocitos.
Rallamos la zanahoria y cortamos en juliana las demás verduritas (excepto los tomates secos) y ponemos a pochar en aceite de oliva virgen.
Estiramos la masa quebrada, la ponemos en su molde untada con un poquillo de aceite y pinchamos el fondo y los laterales, a mí me gusta ponerle un poco de queso rallado antes de echar el relleno.
En un bol batimos 4 huevos y un bote de leche evaporada light, podéis usar nata pero yo prefiero esta que queda muy bien y aligeramos de grasa, rectificamos sal y si queremos un poco de queso rallado, yo le pongo porque me gusta mucho, aquí uso uno de Zarcero, un pueblo cerca de casa, muy bueno, a gusto.
Lo mezclamos todo bien, añadimos las verduras pochaditas y por encima los trozos de tomate deshidratado.
Y al horno, unos 180º/200º hasta que cuaje bien y se dore.
Como siempre sobra masa y había suficiente relleno hice unos moldes individuales con las flaneras pequeñas, siempre lo hago.
Los individuales quedan muy bien, ¿verdad?.
Y ya aprocho para daros las gracias a todos los que estáis empezando a pasar por aquí.
Nos vemos de receta en receta...